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los dos meses con cort~ diferencia, tuvo el quehranto de hallarse en la muer~( de su pl'CJfesi6n. su santo hermano, la que llevó con gran conformidad, hizo su profesión; .y como conoció se le aumt)ntabrm las obligacio- nes, se dispuso con nuevos y, mayores bríos á su más exacto cumplimiento. Era su abstinencia admirable, y haciéndole cruda guerra á su carne, la mortifica- ba eón extrañas pí::nitencias, conociendo que este medio es muy proporcionado . para 'conservar la p'ureza, en la que res– plandeció siempre. En 1a oración era contínuo; y como es la fragua en donde el corazón se inflama en el fuego del amor divino; él se encendía tar 1to en ese amo1\ que má's parecía.Serafín abrasado, que hombre de carne movtal vestido. Aplicolo la obediencia al ejercicio de 'limosnero, en el que se portó como un San Félix de Oantalicio, y en él se man-• tuvo, ha$ta que por sus muchos años lo hicieron los prelados portero del oonven • to de Oádiz; y aunque dejó las alforjas, no por eso perdió el nombre y oficio de , limosnero, porque lo fué siempre, aun– qua de diversas manera1;i; pues si antes pedía limosna, y recogía la que los fieles daban par¡a mantener á los pobres reli– giosos, siendo portero repartía limosnas para socorrer á los pobres desvalidos. Fué sin'gnlarísimo en la práctica de esta .. virtud, no obstante las muchas, pesa- Sus virlmleH. dumbres y desazones que esto le causa- ba. Acostumbró eiempre, cuando hacía los hábitos, formar la manga del brazo

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