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-,20 profético. Participó él á su madre y pa– Pide el há- rientes sus intentos, y haciendo la mis– bito. ma reflexión que los religiosos habían hecho, alabaron al Señor, que sabe reve· !ar sus secretos á los pequeños. Dispusiéronse con brevedad las cosas, y tomó el santo hábito, dos meses antes de que muriese su hermano Bernardino, concediéndole Dios á éste el verle Capu– chino antes de morir, con lo que queda– ron también enjutas las lágrimas de sen– timiento que vertía la diehosa madre. Dispuestas todas las cosas, el día 6 de Abril de 16ÜJ tomó el hábito para re– ligioso lego nuestro Fernando, siendo de edad de 22 años, en el convento de Gra– nada, de mano del P. Bernardino de Se-' govia,. tomando el nombre de Fr. Barto– lomé, y profesó en Antequera en t5 de Abril de 1620, en manos del P. Marcos de Toledo. (Cron. de Cádiz 155.) Entró en la religión por las súplicas de su be.ndito hermano y ya desengañado del mundo, manifestando desde luego lo que sería en adelante; porque el por– te que tuvo en el noviciado fué de muy provecto y adelantado en el camino de la virtud, á lo que le ayudó mucho lo claro de su talento, su mucha madurez y ;;u natural compostura. Fué profundísi– ma su .humildad,. y su obediencia tan rendida y ciega, que jamás ni de novicjo ni de profeso le costó la más leve repug- su noviciitu.,. nancia ejecutar no ya los preceptos, sino las mínimas insinuaciones dé los prela– dos. Cumplido su noviciado, en el que á