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- 160 - aquel convento que han llegado á nues– Legado para tro poder, no consta el precio que se dió pagarlos por cada cuadro ni por todos juntos; si.– no el legado hechd por D. Juan para adornar la Iglesia con lienzos de Muril!o. , Los que en la actualidad se conseryau en aquella Iglesia, atribuidos á Morillo y á su discípulo Francisco Meneses Oso– rio son los siguientes que pasamos á describir, empezando por los del altar mayor, advirtiendo antes que esta des– cripción la hicimos en la misma Iglesia de Cádiz, teniendo los cuadros á la vista. · En medio del altar mayor está el fa– moso lienzo de santa Catalina: el centro del cuadro lo ocupa la Santísima Virgen teniendo el Niño Dios sentado en su fal– da, delánte del cual aparece arrodillada santa Catalina, recibiendo el anillo nup– cial que el divino infante le muestra con ternura infinita. Es uno de los idi– lios mfoticos que con mayor viveza tra- . zó el pincel del incomparable Murillo. La santa tiene á sus pies los instrumen– tos de su martirio, (espada y rueda de navajas), y detrás dos ángeles hermosí– simos, de los muchos gue asisten á su desposorio, contemplando emocionados como el Niño Jesús le toma la mano pa– ra colocarle en el dedo la señal que la acredite para siempre esposa del Corde– ro sin mancilla. Al lado opuesto del cua– dro, es decir, á espaldas dé la Virgen El cuadro de Santísima, se ve otro gr.upo de ángeles Sta. Catalina que comentan llenos de admiración la· dicha de la Santa; y debajo de estos,