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- 151 -- de Murillo estos hecho8; pero sin los. de- talles que preceden, porque no t.enía él Testimonio motivos pii:ra conocerlos He aquí sus hi st órico.· palabras: ( 1) El caballero genoyés, Jnan Violato, vecino antiguo y comerciante de Cádiz, al espirar en su patria, legó al convento una cantidad para que se em- please en cuadros del' insigne pintor, conviniendo los religiosos, al llevar á efecto tan piadosa disposición, que Mu, rillo pintase un lienzo que representara á Santa Oatt¡lina, su titular, ofreciéndole por su trabajo novecientos pesds, en cuya suma se incluía el valor de otros cuadros más pequefí.os . Acéptada por Murillo la_ proposición, emprendió su obra, en la que empleó alg-µnos meEes: el cuadro era de grandes dimensiones, y pouía un es- pecial esmero .en su ejecurión. Tocaba é;;ta á su término, cuando al ¡mbir un día á la andamiada, tuvo la desgracia de tropezar .en la escalera misma, .cayendo desde bastante altura. Tan terrible gol- pe, á su ed~d, debía por precisión ac.a- rrear funestos resultados. Murillo se re- sintió profundamente de aquella caída, agravándose con ella una afección que padecía. Sin ánimo para reanudar sus trabajos, abatido el espíritu y cansado de la vida, regreso Murillo á Sevilla, donde su existencia ·· se fué apagando lentamente. :Jj"]n su testamentp dejó con- ()!{.\usula tes– signada la siguiBnte cláusula, que con- tamentaritt, .firma su coritrato co:r1 los capuchinos: (1) Murillo, ~u época, etc., pág. 107.