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- 143 - y la ternura de su alma, que los inunda. Se remonta en ellos á lo ideal á fuerza Oraba antes de fe, y al· genio á fuerza de amor. Los de ·Pintar. cielos parece q~10. se abren realmente para él, y que él ha visto las glorias de állá arriba,.cada vez que las pinta en sus lienzos. Enardecido por la oración, ponía su alma entera en cada uno de ellos, y todas las inclinaciones de esta alma de artista, se concentraban en el amor divi- no. que ardía en su pecho •verdadera, mente seráfico. Sus pinturas reflejan .las galas de. su genio. fecundo y encantador, que poseía ..el privilegio singular de poetizar y em– bellecflr, _hasta el grado de lo sublime, los asuntos religiosos que tocaban sus pin– celes, comunicándoles un tinte de sant_i-' dad, de pureza, de delicadeza y de en– canto superiores á toda ponderación. Esto era debido á que su alma tierna y afectuosa se hallaba animada de un es– píritu profundamente piadoso, que tras– mitió· á sus lienzos en alas de la fe, con una belleza ideal propia suya, que nadie jamás ha podido imitar. Hay quien dice' que vió abiertos los cielos en éxtasis de amor, y que trasladó á sus cuadros todo lo que allí se represento ante su vista. Por eso, hasta el incré.dulo que fija en ellos sus escrutadoras miradas, si es ar– tista de verdad, se siente movido á creer en el Dios á quien se consagr!lron esos sus arrobas artísticos monumentos de piedad y reli- místicas. gión. 'fa! es el idealismo que domina en todos ellos.

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