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-139 - ~-.S.--.S.--.S.-~@.@.-.S.-.:.S"":-&..:S.-@.-.S.-/.J la Co~uunidad para arreglarles las cel- das, servirles la comida, etc., y que el conjeturas. principal y el mayor de los hermanos éncargados de servir á Murillo fué, el venerable Fr. Andrés de Sevilla que ya era de avanzada edad. Estos hec¡hos son ' rigorosamente históricos y absolutamen- te ciertos; y de ese terreno de la certe- za, pasamos ahora al de las conjeturas . y probttbilidades; . ·.· , Entrando, pues, en este segundo te• rre¡;io, pregunto: ¿Cuál· fué el legu:ito, para quien pintó Murillo la Virgen de la Servilleta? A mi juicio, (.Y conste que lo he formado leyendo y releyendo los libros conventuales,) fué el hermwo Fr. Andrés de Sevilla. Este, prevalido de la amistad que tenía con el Maestro, cuando le vió recoger los pinceles para lrse á su casa, le dijo en broma que no lo dejaría marchar sin que le diera an– tes un re.cuerdo hecho .por su propia mano. Murillo, siguiendo la broma, le C(:mtestó que el H;ermano · pusiera · el. lienzo, ya que él iba á poner su trabajo; y Fr. Andrés, ni. corto ni perezoso, co– rrió á la despensa y tomando una servi– lleta nueva, de cañamazo fllerte, se la presentó al artista, deseando que la broma se convirtiera en realidad. Mori– llo se guardó la servilleta, marchó á su casa, y algunos días después volvió con ella transformada en cuadro de hermo- sísimo aspecto. Esta es mi opinión, y Probabilidá– repito que la he formado en la aten- des. ta y estudiosa lectura de los libros que
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