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- 124 - ~-:S-:--:S-:--:S-:--:S-:--:S-:--:S-:-S-, -:s-:--:s-:--:s-:--:s-:--:s-:-~ brado de los inteligentes por su expre- otros detalles sión, por la firmeza con que se apoya en el globo del mundo, y por el conod– miento de la anatomía, en expresar sus partes. principales sobro el tosco y burdo sayal. A. la izquierda del Crucifi– jo, en cuyo cuerpo parece que se hun– den las manos del santo, hay dos án– geles que sostienen un libro, en el cual se ·leen. estas palabras de Jesucristo: Qui non renunciat ornnibus, quce possidet, non potest rneus esse discipitlus. (Luc. 14) Este lienzo puede señalarse como uno de los mejores que pintó el gran Mu– rillo. Volviendo á la nave de la epístola, la primera capilla junto al altar mayor te- nía el lienzo que representa á Jesús muerto en el regazo de su Virgen Ma • dre. A esta imagen la }Jamaban los re– ligiosos Ntra. Señora de las Angustias ó la Virgen de la Piedad. Son muy reco– mendables en este lienzo, según opinión de los peritos, la corrección del dibujo y la inteligencia de la anatomía con que está pintado el cadáver;· el sentimiento de los ángeles que acompañan á la Vir– gen en el suyo; y el colorido lúgubre y triste, apropiado á la escena qqe encie– rra, lo.~cual prueba que en Murillo pre– sidía á la ejecución de sus. obras una meditación profunda. Las manitas del ángel que sostienen la de Jesús son dig- AI~ar de Ntra nas de contemplarse. Senara ele la . . , Pioclltcl. El altar rnmediato a este era el del Nacimiento del Hijo de Dios, y. del cua