BCCCAP00000000000000000000608

115 . ~ .:.s:-.:.s:-.:.s:,.:.s:-.:.s:-.:.s.-.:.s:-.:.s:-.:.s:-~@.:.S:- :.._'!) · hallaba en nuestra Iglesia, tocando al ar- co de la bóveda y siguiendo !;!U curva, lo su sitfo anti– han afiadido también pata d~rle forma guo. regular, como puede verse .en el citado Museo. Debajo de éste y haciendo juego coµ el de S. José había otro gran cuadro, re– presentando á S. Jnan Bautista en el de– sierto, cuya figura de tamafio natural y de cuerpo entero, está lleua de gaJlardía y dibujada córrectame.nte. Tiene una oveja al lado que mira fijam,ente al san- to, y en todo este liei;izo se.observa una fuerza de claro obscuro admirable y un v:jgor digno del Spagnoleto. También se 1 'halla en el Mu~eo Provincial, y tal vez algún ,crítico rlemasiado severo podrá ta- , . charlo hoy ' á la altura en q·ue se en- El de_S. Juan , , Bautista. cuentra, ,de sequedad en el colorido; pe- ro esta objeción queda desvanecida., te- niendo en cuenta el lugar para que fué pintado; lo cua I rµanifiesta la gra_n cien- cia de Murillo, en el conocimiento de los efectos producidos por las distancias. Debajo. de este gran cuadro estaba el de S. Leandro y S. Buenaventura, am- . bos de taµiafio natural y en actitud ~e entregar él primero al segundo, para. los Capuchinos, rste convento que él fundó para sus monjas, las :cuales se habían t;rasladado ya al monasterio que en . el centro de la ciudad lleva el nombre de S..Leandro. Las dos figÚras son de as- El de 8 Lean– pecto majestuoso y grave, y ambas dro Y s. Bue• aparecen animadas por la fe, brillando naventur~. en sus rostros aquel inefable.reposo que

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz