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-- ,113 - ~~-S:--.S.--.S"").:S.,-:S.-@.@..:S.:S-:S.-ZS..~ visto á las dos santas en !os sires un día de terremoto$, sosteniendo á, la Giralda, Actitllld de las creencia que la musa popul~r compendió santas. · en esta conocida copla: ' La torre de Sevilla Se está cayendo; Santa Justa y Rufina La están teniendo. Dicho cuadro está en el museo provin– cial de Sevilla, como los otros que si– guen. Sobre este cuadro, en linea recta, es– taba el de S. José con el Nifí.o Jesús, l:l.m• · bos de tamaño natural. De este lienzo ;admirable escribió un viajero francés, (Mr. Saint Hilaire) lo que sigue: Entre estos cuadros me ha causado una viva impresión el que tiene el Niño Dios apo– yando su rubia y rizada cabeza con una divina indolencia sobre el hombro de S. José, á quien acaricia con una de sus manecitas., mientras, con la otra le coge la vara florida. En este asunto tan sen– cillo, manejado conlaexquisita suavidad de pincel:que había logrado Murillo en sus mejores tiempo<;i, hay una gracia t&ri inefable y un sentimi~nto tan profundo de cristianismo, por la parte que habla al corazón, que siente uno el deseo d.e convertirse en buen cristiano, al mirar este cuadro solamente. El mismo Rafael, (no titubeamos en decirlo), nada ha pin– tado igual á esta bellísima y deliciosa cabeza del Nifí.o, en la que una melan- lí . . . d J El de S. José co a precoz, vago present1m1ento e as · · miserias de la humanidad, se l1lezcla con 8