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-- 101 -- , 1 Dadas estas notícias y dilucidado el , punto, que me propuse aclarar y poi1er Cuestión re– fuera de duda en este capítulo, pasemos suelta. á examinar la,s ,obras que MuriUo pintó para nuestro cOnven~o de Se:villa, en las dos épocas mencionadas. CAPITULO XII Descripción de los cuadros que pintó M.urmo: para nues.tro convento de Sevilla A ntes de entrar en materia, para me-, jor inteligencia del lector, debo ad– vertir que la Iglesia de Capuchinos de · Sevilla, no. estaba eB tiempos de Murillo como está hoy. Entonces, no existía el templete romano que sirve ahora de al - tar mayor, ni el arco (con cancela de hie– rro), que pone en comunicación el coro .con la lglesia, ni la capilla ó a1tar de la Virgen de los Dolores, contiguo á la sa· cristía, y entonces formando parte de ella; ni la capilla·de enfrente, donde es· tá hoy el Crucificado, la cual ser'vía de entrada para la Iglesia á los relígiosos, por una puerta que tenía frente al claus– tro que vá derecho á la huerta. No había, por lo tanto más que cuatro capillas ó Descripción altares en cada nave lateral, y el altar de nu~stra ' d . d l a· 'd 1 Iglesia. mayor, a osa o a. muro que ·1v1 e e coro bajo_de)a Iglesia, la cual comuni·

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