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- 102 - "c,-:-&..:.S..:.S.&.&.-:S:--:S:-.:...~-:s:-:~.:.s..:.s.~ resto del convento, sop, según tradi– Ti<ampo que ción certísima, las que O()uparon Mu- 0stuvo. rillo y sus oficiales; y en ellas vivie– ron otro año largo que duró el tra- bajo del Maestro insigne en el conven– to. En él comían, en él dormían y en él eran agasajados de la comunidad, más que si fueran miembros de 111 misma. En comprobación de lo que dejam~s dicho, pudiéramos citar muchos testi– monios de los libros manmcritos de la or– den, que nos han servidr~ de guía en es– ta materia; pero sólo aduciremos uno del Libro Primero Historial, en el "que se notan los acontecimientos más notables de este Convento de. Menores Capuchinos de N. S. P. S. Francisco de la Ciudad de Sevilla, el cual dice que el año 1665, determinó la comunidad con su Padre Guardián Fr. Francisco de Jerez y «el Lirn. 0 de Negocios Fr. Andrés de Sevi– lla, adornar y enriquecer .esta Iglesia y sus altares con Quadros y pinturas de mano de dicho Pintor, c'ontratando con él su execución; y aunque desde sus principios se pagó de su trabajo y abili– dad, por au devoción á los Capuchinos, acreditar y perpetuar su Nombre, se convino á precios equitativos. Y aunque no consta el cuanto, .ni el tanto q_. e se le dió p. r cada uno de los Quadros q. 0 pintó p.ª esta Iglesia, estando aloxado Pruebas his• con sus oficiales en este Oonvt.º, consta tóricas. p. r el testamento de D. Juan ürdóñez de Pineda, q." otorgó el año de 1668 en

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