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- 96 - G""'":-~.:S@. ~.:s.:s:.:s:.:s:~ mayor parte de su vida y desde el cual El v. Padre voló al cielo, sfondo todavía Guardián i~:~~~io ª 0 del mismo. Fué también Guardián en los conventos de Andújar, Málaga y Antequera, y cinco ó seis veces Defini • dor. Su vida se perdió con la crónica del convento <le Jaén, que no sabemos donde pára, si pára en parte alguna; y así no sabemos de él otra cosa, sino que fué un religioso de excelentísimas vir– tudes y de los que más trabajaron en la fundación de esta Provincia Capuchina, ilustrándola con el ejemplo de una vida santa, admiración de euantos la cono– cieron. El Cardenal de S::rndoval, Obis– po de Jaén, le profesó siempre un santo carifí.o. y á petición suya lo dejaron mu– chas veces de Guardián en aquel con• vento, cuyo cargo desempefí.ó ·en nueve ocasiones distintas. El P. Córdoba odvitrte en este lugar, para evitar confusionos, que á pl'inci– pios flel afio 1643 hubo traslacionPs de Guardianes de nn convento áotro y que á fines del mismo, con motivo de haber muerto en él dos Guardianes, se eligie– ron otros y hnbo nnevo trasiego de Gunrclianes; esto sucedió otras muchas veces antes y dPspués de la época que vamos narrando, de donde se c,)lige que, aunque sea exacta la füta de los Guar dianes que trae cada cnpítulo, debe ser incompleta por causa de dichos trasla– dos. Sospecho aoemás que la lista de .A.dvertencia Guardianes que trae el capítulo anterior es inexacta, :porque, según el P. Córdoba,