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- 89 - recién fundado el Convento de (láiliz, y los Prelados conociendo las excelentísi• maa prendas que adornaban á nuestro Su profesión. Fray I)iego lo enviaron á Cádiz, para qne allí edificase con el ejemplo de sus admirables virtudes. Así lo hizo el poco tiempo que vivió en aquella Ciudad, admirando todos en un joven tan tierno prendas dn muy anciano, y virtudes de varón muy perfecto· (Id. 1168.) A poco tiempo de haber llegado nues– tro Fray Diego á Cádiz, se puso en el Convento de Córdoba Curso de Filoso– fía, y los Padres, viendo las prendas de .Fray Diego y la aptitud que para apren- der tenía, lo pusiewn al estudio, y le mandaron pasar al Convento de Oót·do– ba. Fué allá nuestro Fray Diego, y á los. quince días de haber llegado, se en– cendió en una ardiente calentura que, reduciéndose á un tabardillo mortal, con brevedad lo puso en la última agonía. Conoció Fray Diego, que se moría, y así se dispuso paca aq 1 -1el lance con el ejercicio de muchas virtudes, corno son paciencia, resignación, y conformidad con la voluntad divina. Oonfesóse gene– ralménte wn su lector, y éste depuso después, que hecha la confesión de toda sn vida, lo había hallado tan puro, que no había perdido la gracia recibida en el Santo Bautismo. Recibió con mu- cha devoción los Santos Sacramentos Sus estudios. de laEucaristía y extremaunción, y agra· vándose por puntos los accidentes, en- tre muchos y fervorosos actos de fé, lZ