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~ffl~..,¡,,;r11½..,¡~-•,11,,,,,,¡;;¡~~~~ t91'1"9fff'ff¡-'~j~i'ttf'f CAPÍTULO XIII Vida del v. Corista ira~¡ Diego de Le,brlja ació nuestro Fray Diego en la anti- gua é ilustre Villa de Lebrija, Arzo- s bispado de Sevilla, distii.nte <lie; leguas us padres, de esta Ciudad. Sus padres fueron no- bles y moderadamente ricos de bienes de fortuna. Desde los primeros pasos de su niñez parece que en él se esmeraron la gracia y la naturaleza; ésta, dándole las prendas más sobresalientes con rtn entendimiento despejadísimo; y aquella previniéndolo con bendiciones de dul- zura para que fuese vaso de elección. Aun no hábía cumplido catorce afíos de su edad, y ya sabía cuatro distintas len- guas, ó diversos idiomas, hablando en ellas con perfeccion. Era excelentísimo p'.)eta latino y castellano, empleando esta habilidad, no en componer versos que sólo divirtiesen el sentido, sino en hacerlos de modo que al tiempo miEmo, que deleitasen el ánimo, aprovechasen el espíritu, uniendo lo útil con lo dulce, y llegando con esto al punto mayor de la poesía crist,iana. En esta ingeniosa , ocupación se entretenía algunos ratos, Su ¡uventutl, por divertirse; pero lo demás del tiempo lo gastaba en santos ejercicios, procu-

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