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- 85 - cuidado de !a sacristía se retiró á la cel- da. 7ino luego el médico, y así que le Le fué conce- tom1) el pulso lo desahució, y tomando dida. . el accidente cuerpo, le tiró á la cabeza con 7iolentísimo rapto y lo privó del sen- tido, por lo cual no pudo por entonces recil:;ir el Santísimo Sacramento por viático. (Id. 1163). . Dt:: esta suerte, privado de juicio, pa– só su enfermedad desde el día 2 de Agos– to hasta el 28 del mismo mes. Este día reper.tinamente volvió á cobrar el jui– cio, y estando en su total acuerdo y ra– zón, entró en su celda su compañero el PadrG Fray Mateo de Sevilla; halló la noveciad de haber vuelto á su juicio el enfermo, preguntóle eómo estaba; y ha– biéndole éste respondido, le preguntó á su vez, que de quién se rezaba el día si– guiente? Díjole el Padre Fray Mateo que de la Degollación de San Juan Bautistr1, y replicó el Padre Bernardino; ese día moriré yo á las doce. C0nociendo los reli– giosos que había recobrado el juicio y que estaba'.;en su entera razón, le dieron el Santísimo Viático, que recibió con mucha ternura de su espíritu y especia– les mm,stras de devoción; después con la misma piedad recibió la unción ex– trema. Acabadas las ceremonias, ·reco• noció e_ enfermo que no estaba allí to– da la Ccmunidad; suplico que se junta– sen todos,, y ya ejecutado, se sentó sobre la;cama, pidió que le encomendasen el Enform,,. alma y trni lo hicieron, respondiendo él á todo, tanto á las letanías como á las