BCCCAP00000000000000000000607

- 65 - servas:i aquel rntiguo rigor y penitente austeridad con que desde un principio Viene_á la An– se plantó la religión en Espafia, no ilaluna. dando lugar á a relajación más peque- fia. (Id. ll40). Cuando se trató de fundar conventos de nue:1tra reforma en Castilla y Anda– lucía, enviaron los Prelados al Padre Fray Antonio a esas nuevas fundacio– nes,' donde se portó tan religiosamente, que en el primer capítulo provincial ·celebra fo en El Pardo el 30 de Septiem– bre de 1Ei18, fué elegido en cuarto defi– nidor y Guardián del convento de AntP– quera. E;ste último cargo lo renunció, diciendo, que el haberse venido de la Provincia de Cataluña, había sido por huir de las Prelacías y cargos, que aun– que tan edificafrrns y santos no le traían cuenta, porque f. él más le convenía el retiro y buscar á Dio9 en la solpcJarl, que no el gobierno de almas, airnr¡ue tan espfrituales? buenas. Conocía este varón -rcne-rabk,, que el ;-;úbdito le ha de dar á Dios cuenta de sola su alma, 'Y que el Prelado la ha de dar, no solo de la suya, sino también de lus de los súb– ditos; y temiend) esa cuenta formida– ble, renunció la Gnardiania de Ante– auera. · Renunciada esta Guardianía, se q~rn– dó de fEmilrn e::1 el convento de Ma- . drid y de allí lo pasaron al del Par~ Cargos do con e: ejercici1 de Vicario; y annque tuvo, fué contra su volnntarl, no obstante, lo ii,dmitió, por ser empleo más para ser- 9 que

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz