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- 31[) - abatido a:.iismo del jnficrno. Esto es ver- dad: pero tú ¿cómo no te avergüenzas y Raprón,telo confundes de que !1abiendo estado en el el demonio. alto estado d,:i Capuchino, hoy te halles en el infame de apóstata? Confuso que- dó Fr. Juan cou tan concluyente recon- vención, y lJeuo de asombro por lo mis• 1110, le volvió á preguntar: Y cómo sien- do yo tan mal sacerdote, me tienen los demonios ta'.lta obediencia? A lo que :-espoudió, qt:e por la fé que él tenía. Con este lance quedó Fray Juan tan arrepentido de sus culpas y con ánimo tan t•Nmdk-. A e onfcsarlrn, l,ieu y uJejorar de vida, que atropellando todo humano re~peto, dejó sin dewora alg·unl:l la Cor– te, y vuelto ü la provincia, se presentó á sns l)relados· pidién,lole que le impusie- Vuelve á la , \. 01.·dcn. rau el merecido castigo. Refirió lo que le había dticedido, y que hubiese sido rea– lidad Jo que expresó, lo hizo evidente la nueva vida que comenzó, pues todo el tiempo que vivió lo gastó en áspc-iras pe– niteucias y en contínuas lágrimas, para borrar por este medio las manchas de sus enormes culpas,causando edifi(mción común á los religiosos que daban á Dios repetidas gracias por el singular favor que había franqueado á aquella alma. · Eu estos santos ejercicios ocupado lle– gó al término de su vida temporal, me– diante una enfermedad prolija y muy aguda, y habiendo recibido los Santos su penHen• Sl:icramentos eutregó su espfritu en cift Y santa , . d. d . d . a· . mueri;e, m'.lnos de su cria or, eJan o rn w10s no leves de que era uno de los pl'edes-

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