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- 358 - ~.:S:-.:S:-.:S:-.:S:-.:S:-.:S:-.:S:-~.:S:-~.:5':---3 Inmediatamente se trató de dar prin– Licencia de cipio á la fundación, para lo cual, ha- la Ciudad. biéndose juntado la Ciud id en su ayun • tamiento, como lo han de costumbre, el día 14 de Enero del mismo año, se le– vantó D. Alvaro Núñez Cabeza de Va ca, veinticuatro de Jerez y Alguacil rnnyor do la Ciudad, quien propuso al ayuntamiento el bien eepiritual que la fundación de los capuchinos traería al pueblo Aspecialrnente á los del barrio contíguo al valle de San Benito, (que era donde se pretemlía fundar), y á to– das las huertas del contorno, que des– tituídas y apartadas así de !as parro quias, como de otra cualquiera Iglesia, se hallaban privadas de muchos bienes espirituales, los cuales esperaban conse– guir con la inmediación del convento de los capuchinos; por lo cual suplicaba á hi Ciudad considerase este punto y so bre él escribiese al Sr. Arzohispo de Sevilla, pidiéndole licencia para la fun– dación. Oyó la Ciudad el razonamiento de D. Alvaro, y pareciéndole justificado, decretó que se admitiese la fundación, y se le escribiese con instancia al señor Arzobispo, para lo cual nombró por di– putados al dicho D. Alvaro Núñez Ca– beza de Vaca, y al veinticuatro D. Pedro Martínez de Hinojosa, dándoles toda su autoridad para que en nombre de la Ciudnr1 escribiesen al Sr, Arzobispo y dispusiesen todo lo necesario para la La p~de la t d"d f d . , del ordinario 'pre en 1 a UD aClOll. Aceptaron estos nooilísirnos caballe