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- 342 - ~~@.~~.:.s~~~~~ ro viendo que la casa Ducal desistía de Escritura de la empresa, rrcordó lo que algunos nños Patronato. antes oyó en Sevilla al V. P. Juan Francisco de Autequera y creyó que era él á quien Dios tenia predestinado para fundarnos convento en su propia patria. Y así escribió como queda dicho, al P. Provincial y al Defiuitorio, haciéndo– le el ofrecimiento que arriba expresa– mos. Entonces envió N. P. Provincial al P. Bernardino facultado para nombrar Síndico apostólico al capitán D. Juan Morales Moreno, el cual en nombre de la Provincia firmó la escritura de patro– nato con el beneficiudo Borrego, el día 12 de Noviembre de 1660; y ese mismo día tomaron los religiosos pose5ióu de la nueva fundación en la ermita de San Juan Bautista llamada Snn Juan de Le– trán, para que allí residiesen mientras el convento se fabricaba. No era aquel sitio compet.ente para dicha fábrica, por lo cual fué preciso buscar otro más acomodado. ltste sitio lo sefialó milagrosamente el cielo con un prodigio que vamos á narrar. El lugar que ocupa hoy en Ubrique la Iglesia y convento de los Capuchinos era enton– ces una huerta, propiedad de D.ª Juana Aguilar. que la tenía arrendada á Barto lomé R0mero. Este tenía una hija llama– da Lronor, niña de ocho años, la cual vió una mañana entre los árboles fruta– h~s á una Sefiora llena de resplandores 80 escoge celestiales, llevando en su mano una sitio. carta y una cuerda como la que usarnos