BCCCAP00000000000000000000607

- 326 - en el Noviciado á ensefiar con la prácti– Sus virtudes. ca máximas de espíritu, que á aprender reglas de místicos aprovechamientos, porque su exterior modestia publicaba ·Ja vigilancia con que vivía para que no se distrajesen sus potencias y sentidos. Estos y aquellas empleó desde que en– tró en el noviciado en la imitación per– fecta de nuestro Seráfico Patriarca, para merecer el título de hijo suyo; y así fué profunda su humildad, y admirable sn mortificación, con lo que no sólo se hizo acepto á los hombres, sino también á Dios. Cumplido el afio de su aprobación hi– zo su profesión solemne, con suma com– placencia suya y común alegría de todos los religiosos, que habían concebido fun– dadas esperanzas de que sería uno de los más perfectos religiosos, y de que con ,m doctrina y ejemplo daría á b n°ligión mucho lustre. No !:!e engafiaron en el pronóstico; pues, aventajándose cada día más en la práctica de las virtudes, mereció ser venerado por modelo de un verdadero y ajustado capuchino. Pusié– ronle á los estudios de artes y teología, aunque ya cuando tomó el hábito era consumado filósofo, y sin olvidar ni in• terrumpir el estudio de las virtudes, que era su principal empleo, salió tan ade– lantado en ambas ciencias, que luego que cumplió su curso á los 0chos afíos sus eatudios. de hábito, lo eonstituyeron Lector de fi. losofía, en el capítulo que se celebró en Granada el día 2 de Julio de 1631. Al

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz