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- 319 - accideLte. Aeí. permaneció por espacio de 15 días diciendo que gor;,;aba de ealud por- Locnaciditd que <-1 siervo de Dios se Ju había alean- <le 6st e. zado de S. M. quien por los méritos del Padre F1·. Agustín obró con él aquel mi- lagro. Llegó ésta noLicia á difundirse de rnodo que e'. varon do Dios lo supo, q nedando su corazón penetrado de un vivo snltimiento porque en su estima- cióu se tenía por el más ingrato de los hombres; y por esto indigno de ser oído de Dios. No quedó sólo en esto aquel prndigio, porque pasados quince días lo volvieren las tercianas, con· mayor vehemencia: afligióse m 1 .10ho el :P. Fr. Serafin, y re– cordando el quebranto sumo que había causado al siervo do Dios, publicando el favor qne:por sus merecimientos 'y el contac~o de sus manos babia recibido de Dios, volvió á llamarlo, y con tiernas lágrimas lo pidió de nuevo ·que hiciese sobre sn cabeza la señal de la cruz, y le dijese un evangelio. Con mucho des– agrado oyó el P. Fr. Agustín al. enfer– mo, y se negó del todo á ejecutarlo; mas el P. Fr. Serafin, acordándose de la su– ma devoción con que el P. Agustín ve– nerabe. á Jestí.s Nifío, le dijo que por el amor de éste le otorgase lo que con tan– tas veras le perlfa. Rindióse luego que ovó el nombre d,3 su mnante chwño, <li– eiéndole_ ·d r•nf0rrno ¡,J evangP.lio_ C0!1 la devoción qun ac,JHtumbraba, y al pnnto se repite el. cesó el accidente que nunca más volvió prodigio. á molestflrlo, El P. Serafiu tuvo el cui-