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- 311 - precise la neceeidad, se expone á incu- rrir en imperfección ó en culpa. No lle- su recogi- vaban bien generalmente los religiosos mionto. este retiro y encogimiento de nuestro Fr. Agmitín; porque como lo conocían tan lleno de sabiduría y expresión, le que - rían mis comunicable, para que fuese rn:is útil así á la religión como á los pró- jimos; pero él no se ajnstaba á otro mo- do de vida, que no fuera silencioso y re- COflido. El cuarto grado es parte del antece– dente, y consiste en saber callar hasta ser preguntndo; pues dar dictámen de lo que se sabe, ó querer pasar por sabio sin te– ner obligi,cíón de ejecutarlo, es ma– nifiesto indicio de soberbia y presun– ción d0clarada. En esto el siervo de Dios fué tau mirado, que jamás manifestó, ni dió á entender lo dueño que era de todas 1as facultades literarias, si no era preguntado y muy rogado; y aún de es– te modo, no siempre: respondía todo lo que alcanzaba, pues si conocía que era la pregunta por mera curiosidad de que manifestase su saber, entonces sólo res– ponclía lo uecesario :para dar respuesta sólida, sin explayarse á más. Lo mismo o;jecutabfl, cuando algunos, 1mblaudo en materias que no entendían bien dispara– taban, pues, como no :mese en materia que se ofeudiese á la Fé ó buenas cos– tumbres, disimulaba como si nada en- tendiese de lo que se decía. Y si el ser su tacitnrni· lo que se decía opuesto á la Fé ó buenas ctaa.. costumbres lo precisaba á decir algo,

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