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- 303 - y me ensefió á leer, como ven ustedes. Caso P•Jrtentosol En me1noria suya cua- Lo enseñó tro afí.JS después que falleció nuestro N. P .. 8 · Fran- crnoo Venere.ble en el cc,nven to de Granada, hallándose de Guárdián en él el reve– rendo P. Fr. Alejandro de Granada, solicitó que se llevase á dicbo convento aquella milagrosa imágen y lo con– siguió. Y para perpetuar la memoria de tan estupendo milagro, puso en el revés de la dicha lámina la inscripción siguiente: «Este cuadro de N. S. Padre San Francisco fué el que ensefí.ó á leer al P. Fr. Agustín de Granada, el segun– do de este nombre, y por ser verdad lo mandó aquí es.cribir el R. P. Pr. Ale– jandro de Granada, Definidor, Custodio y Guardián del convento de San Juan Bautista de la penitencia de Granada, y lo firmó en ella á 26 de Julio de lb60. Fra Alejandro de Granada, Guardián.» La cual inscripción se lee en el revés de dicha pintura que estuvo colocada en la capilla de la enfermería sobre el lado· del evangelio, hasta que desapareció en la invasión de los franceses, sin que sepamos después donde ha ido á parar. No fué sólo este favor el que le hi~o Dios á su siervo, sino que para dar á entender que estaba asistido de la Divi– na diestra, fué tan portentosa su com– prensión en todo lo que se ponía á leer, e ne á los cinco afí.os no sólo estaba instruido en escribir y contar, sino que Supo ~1 !atín ,t· ,::i, b" d á los o 11,nos. era ye. grama 1co consumauo, sa ien o · de memoria los nombre ➔, los verbos y