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- 302 - Sacramento del Bautismo, y en él le pu– sieron el nombre de Pedro, que lo era su bautismo de su abuelo materno, por lo que se llamó Pedro de Tapia. (P. Córd. 297.) A los tres afíos de su er!ad, sucedió, que habiendo salido de su casa, para ir á oir misa la madre y abuela de nues– tro Pedro, ·quedó éste encargado á una criada, porque la docilidad de su genio daban coufianza bastante para tener con él algún descuido. Ejecutólo así la criada, y mient,ras ella se entretuvo en disponer algunas cosas de la cnsa, el niño se entró en una sala, donde había una lámina en que se veneraba la imá– gen de Ntro. S. P. San Francise:o con hábito capuchino; y para entretenen,e tomó un libro que allí había, y estuvo con él hasta que su madre y su abuela volvieron de misa. Preguntaron á la moza por el niño, y respoudiendo que de~de que se fuernn se había entrado en aquella sala y que allí se había esta– <lo sin dar el menor ruído, fueron á ver lo que estaba haciendo. Entraron en la sala, y al oir á Pedro que aún no cono– cía las letras leer en aquel libro con mucha expedición y elegancia, queda– ron llenas de asombro, así la madre co– mo la aliuela, y llegándose cerca de él le pregnutaron quién lo había enseñado á leer de aquella manera, y cómo en- lo~f;::fb~: át@rlfa aquellos caracteres, que aún no leer. conocía? El niño alargando el brszo y señalándo la lámina <le Ntro S. P. San Francisco respondió: Aquel Señor bajó