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- 290 - 6""':.:S:-~-:s:<s~~.:.s.-:.s:-~9.-::s. ..:.s,.:___s veces"irle á la mano y contener su ge– Mantiene á la nerosidad y devoción, para que no se Cornunidad. , faltase á nuestra seráfica pobreza con la abundancia que la liberalidad del Du- que usaba con nosotros. El convento:Jo edificó de: nueva plan– ta dentro de la _cerca de su palacio con una Iglesia muy devota, á la cual tenía tribunas el Duque para oír misa y asis– tirá ;las funciones. En la escritura de patroi.1ato se comprometió él á mante– ner la comunidad por sí y sus sucesores con las rentas ducales, corno siempre se vel'ificó, recibiendo la comunidad men– sualmente en especie, el aceite, pan, le– gllmbres, etc., necesarios pam su ali– mento. En dicho convento hubo siem– pre un pereonal escogido, y andando el tiempo fué uno de los seminarios que la provincia tuvo para: formar sus pre– dicadores y misioneros, por lo cual vi– vieron en él varones muy recomenda– bles por su ciencia y virtud. :En la exclaustración de 1835 quedó el convento en poder de lospuques, sus verdaderos y legítimos dueños, y se conservó en buen estado, hasta que arruinadl.-1. la casa Ducal, sus acreedores derribaron el convento y el;palacio para vender los materiales,, á principios del presente siglo XX,:en el cual._, para !,ig– nominia y baldón del progreso moderno Estado <lol ha quedado reducido el histórico cas- convento. tillo de los Ponces de León á un mon- tón informe de ruinas. Pocos días después de empezar la