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- 280 - delicias, que han de durar eternamente. Para poder lograr con mayor seguri– Toma el 8!\U· d¡¡o el fin á que anhelaba, le pareció que to hábito. hallaría proporcionados medios en la re– ligión de los Capuchinos; y pretendien– do ser admitido en ella, lo consiguió, y en el día 15 de Agosto de 1621 le vistió el hábito en nuestro convento de Ante– quera el P. Fr. Marcos de Toledo, que– dando desde aquel día agregado, al nú– mero de los novicios legos. Desde el pri– mer día empezó á manífestar lo verda– dero de su vocación, porque ·con tanto empeño se aplicó a} estudio de las vir– tudes, que en breve se hizo objeto de la atención de todos los religiosos, hallan– do algo que aprender de él los más an– cianos y perfectos. Cumplido el año de su aprobación, hizo su profesión solem– ne en el mismo convento en el año 1622, con universal complacencia de los reli– giosos todos, habiéndole puesto por nom– bre Fr. Alonso de Antequera. Luego que se halló profeso y vió que era éste un nuevo beneficio con que Dios lo obligaba á que fuese más agra– decido á sus divinas liberalidades, teme– roso de incurrir en la infame nota de in– grato, ó negligente en comerciar con los talentos que el soberano Rey le había confiado, empezó con nuevos fervore¡; á emprender en el camino <le la virtud gloriosas heroicidades, aspirando solo á S f sujetar sus sentidos exterior e:,, y pasio • us ervores. nes de,la carne ú las leyes del espíritu, para poder decir con la realidad que de