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- 135 - jAstad católica, dé lo que teniendo noti- cia nue_;:;tro bendito P. José (quien en- Set alisttt en tonces se hallába siendo Definidor de la '.}1¿~\,. 01 v. P, Provincia y Guardián de Málaga) con mucho sigilo le escribió suplicándole que se 1ignase admitirlo en el número de los □isioneros. Estaba á la sazón en Madrid N. V. P, Fray Bernardino ·de Granada, qne habiernio acabado aquel año el ?rovincialato de esta Provincia pasó á la corte á solicitar se finalizase el pleito SJbre Is fundación de nueetro con- vento <:k, Motril; y como el P. Prefecto le preguntase con irnüstencia por @l P. Fr.. .:-osé de A ntequera, vino en co, nocirniento que éste le había escrito pa- ra que lo asiguaee por uno de las misio- neros, y como para este ministerio había muchos y excelentes en la Provincia, y muy p0cos como el P. Fr. José para el gobierno y enseñanza de los hijos de ella, aunque no pudo dejar de infQrmar de las beróicas virtudes y prendas exce- lentes del dicho R. P . .José, puso todo su cone.to en que no lo admitiese, re- . presentindole el perjuicio que á ia Pro– vincia ee le hacía, quitándole uu tan ad– mirab!E: ;:;ugeto. rrambién acudió á los Pa– dres de '.a Pi:ovincia, insistiendo en que no le admitieran la renuncia de los em– pleos que ejercía: pero nada de esto bns- - tó, porque las instancias eficaces de va– rón de Dios y el deseo , que tenía el R. P. P~efecto de que sus compañeros ~u nombra- f d d l , t d miento. · uesen :o os e mue 1a v1r u , pr ra ase- gurar· e; éxito de la mjsión, le movió á