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-111 - P. depuso que, habiéndose ·abierto la· sepultura del V. !H. Fray Esteban, se vió qi:e estando f toda"'{la carne de su cuerpo reducida á cenizas, y por consi– guiente descubiertos:y limpios todos lo~ huesos, sólo las manos, desde sus mu– fiecas hasta las ufias, estaban tan ente– ras, flexibles y sin la menor corrupción, que parecían de hombre vivo. Causó en todcs bs que vieron aquel prodigio ad– miración y espanto; pero 1' haciendo re– flexión sobre la ejemplarísima vida que tuvo aquel bendito varón y la ardiente · caridad que con los pobres tuvo, llega– ron á convencerse de que con aquella maravilla quiso Dios manifestar cuán agradables habían sido sus limosnas que les repartió con aquellas manos, y así quiso que no les tocase la corrup– ción. Con otro portento quiso certificarnos el Sefior la gloria que en el Empíreo gor.aba su fiel siervo. Profesó éste mien– tras vivió en Antequera muy estrecha amista::! con un caballero que era en es– ta ciudad correo mayor, y éste veneraba con tánta devoción á Fray Esteban, co– mo si fuera uno de los sant,os que esta– ban ya en el cielo. Para fnndar este jui– cio precedieron muchos lances, en: 1 que había esperirt1entado dicho caballero la eficacia de la· virtud y méritos de su amigo, siendo el mayor de todos este que le sucedió poco después de haber muerto 1rnestro Fray Esteban. Salió de Málaga dicho sujeto un día para venir• Incorrup– ción d0 sus manos. Milagros que hizo.