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-8- se lee haber existido alguna de las refor– Etogio ele ta m&s que haya durado sin relajaciones misma. cien años; la de los Capuchinos, contan– do ya 103, en todas sus Provincias, y en sus Conventos todos, ha perseverado en la pura observancia de la Regla, de tal modo que juzgó que, desde el origen de la Seráfica familia, jamás ha sido obser– vada la Seráfica Regla mejor, ni más perfectamente que ellos la guardan.» Pues, al tenor de 10 que este escritor afirma, podEmos asegurar nosotros que los principios y fundamentos de nuestra Provincia Capuchina fueron tan peni– tentes, y tan radicados en la rígida ob– servancia de nuestra Seráfica Regla y constituciones sagradas, que se puede dudar con fundamento, si en tiempo de N.S. P. S. Francisco se vivió con más estrechez y con más fervor en la prácti– ca universal de todas las virtudes, así en común como en particular. Los con– ventos eran tan estrechos y pobres, y tan sin aliño ni conveniencias tempora– les, como lo testifican los q ne. se han li– brado de la acción destructura del tiem– po y de la piqueta revolucionaria; la observancia regular era rigurosísima y los actos de (lomunidad tan indefecti- Como vivían bl , h · , nuestros Pa• es a SUS Oras, que por mngun caso Se clres antiguos. diferían ni adelantaban; y si (por alguna grave urgencia) faltaba á ellos algún particular, se avergonzaba y se tenía co– mo por afrentado. En los particulares era inexplicable la modestia y mortificación; ninguno anda-