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- 73 - c;--;~...:s:...:s:•'5:-,S:<.S.·'5":-.:.S:-.:.S:-.:.S:-.:.S:-~.3 huerb:i: porque es de notar qGe, además de lo capilla primitiva de las santas Pa- trcnas, de otra que se hizo ex_terior para 0 ~,:? 0 ~!~~~~ la V. O. 1'. y de las dos inter10res de la to. en:i:er::nería, antes mencionadas, tiene el convEnto dentro de la clausura la her- mosa capilla del noviciado, la de Nues- tra Sra.. de la Trapana, que más tarde, con motivo de una epidemia, se convir- tió en cementerio conventual, y en la res- taura.Jión se dedicó al misterio de la Epi- fanía; la de S. Félix de Camalicio, pa- trén de los hermanos legos; y la llamada antiguamente de N. P. Jesús Nazareno, dedicada hoy á la Divinr. Pastora de nuestras almas. Estas tres CH pillas están situadas en los tres testeros de la huerta: la primera en mitad de la fachada que dá frente al convento; la segunda en me- dio de la cerca que está al lado del me- diodía, y la tercera en igual sitio de la fachada que dá á la parte de: norte. Da ur.a á otra, y de la primera al Conven- to. hay magníficos paseos poblados <le ánoles, que dividen la huerta 'en cuatro partes iguales, le dan amenidad y la ha• cen ouy apropósito para el estudio, el re0ogimiento y la oración, pues en ella se eleva con facilidad la mente á Dios. Qdzás por todo esto diga en su cró– ni.:;a el V. P. Isidoro, (N. 0 328), que este convento de Sevilla entre todos, no sólo los de la Provincia, sino también de la re.igión es por muchas razones grande· ~•pecto del ' . ' Convento. pcrque es grande en la regulandad, ob- servancia y asistencia á los actos de Oo- 10

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