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- 60 - ~~~~~~ Esa tradición movió al gran Arzobis– Lo reedificó po San Leandro á rdificar en el mencio– s. Lea nd ro nado sitio un Monasterio de Monjas del gran P. San neuito, á donde su herma– na santa Flol'entic.a fué consagrada á Dios, en cuya Iglesia, que el mismo Pon– tífice dAdicó á las Santas Viri;enes y Mártires Justa y Rufina, no sólo colocó las reliquias de clichas Santas, que había hecho bu:;¡car coú grande cuidado y di– ligencia, sino que también labró sepul– cro para sí, en el cual no sólo descansó y estuvo San Leandro, sino también sus hermanos San Isidoro, Arzobispo de Se– villa y doctor de las Espafias, San Ful– gencio, primeramente Obispo de Ecija y después de Cartagena, y también San- Fué s~pulta- ta Florentina Virgen Abadesa y Prela- do en el ' ' da de este y de otros Conventos. Todo esto lo afirma Juan Tamayo en su Mar– tirologio Hispánico, cuyas palabras son estas: Sancti Fulgentii condititm ab Episco– pis relatis in Basílica Carthagínen: sed XXXIV a,b obitu ejus annis, Hispalim cum ípsius Germanorum Leandri, Isi– dori, ac Florentinae reliquiis locatum in .lEde SS. Rufinae et Justae, qitam in eum finem aedificaverat S. Leander ea Urbis regíone qua nunc eremitorium ejus visi– tur, ad portam Cordubensem, cujus trans– lation·is meminit S. lldevhonsus in Car- T . . mine heroico quod CrttÚ affixít. (Joan. est,momo de ,.,, 71,,.- t l rr t l fi l l ~/'!) Tamayo _,_amay., .1uar yro. n·tsp. om. . o. 01. Trasladada esta inscripción á nuestra len– gua dice lo siguiente: El cuerpo de San