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- 327 - detenido, tanto más apresurado camina. Tarde juzgaba el P. Fray Juan que ha- como 11spiró bfa em::iezado el :::amino de la virtud, á 011 ª· porque aunqGe s:ernpre en el siglo fué ejemplar y virtuoso, [amaba tiempo perdidc lo que había vivido hasta entoi;i- ces; y c::imo en el camino de la virtud se juzgaba tarde y v0ía tantos compañeros que iban adelante, porque habían empe- zado el camino desde la juventud, por eso se daba prisa tanta á carninar. Habiendo puee, corrido con p;eneral aceptación de todos el año del novicia– do, fué admitido á la pro~esión coii gran consueb de su alnrn y mucha edificación do toda uquella religiosa f',unilia. Ad que Profesa. se vió p:_,ofoso, se juzgó más obligado á correr por el camino de la perfección, para alcanzarla en el poco tiempo quo le restaba de vida. Cortos eran los días que juzgaba Fray Juan que tenía para ali– mentar su espíritu con el manjar de las virtudeE y llegar con Iuz al término de su viaje. que era la cumbre de la perfec- ción; y así volabe. ligerísimo, ansiando conseguirla antes que le faltase el dfa del vivir; y con esta priC'sa que se daba, llegó á c::mseguir Kl el corto tiempo que vivió en la religi.ón el colmo de las vir- tudes. Sefialc'.>se entre todas e::.1 la santa hu– mildad, fundamento d0 lLs demás virtu– des, y eEta la acompañaba con· una rara sencillez. Solía muchas veces encontrar ¡ 1 , Su seno:llóz. se con a gunos que no o conoernn, y viendo lo blanco de sus canas 3 venera-

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