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- 309 ~- Los Preladc,s eclesiásticos, los Prínci- pes seglares, los cabildos y caballeros sus exequias. part:.culares todos expresaron su senti- miento dando el pésame á los Prelados de nuestros conventos. Publicóse _ro.uy luego en Granada el :fallecimiento del siervo de Dios, y como todos lo tenían en u:::i altísimo concepto, venerándolo co- mo á santo. fué innumerable el concurso de pueblo de todas clases y estados, que á impulso de En devoción vinieron á ve- nera:> su cadá-.,er, y á asistir á sus exe- quias. No contenta la piedad de los Gra- nadinos cnn t.an evidentes demostracio • nes de su devoción y afe:;to á su Vene- ra ble paisano, dispuso la nobleza de la Ciudad celebrar honras solemnes á tan esclarecido ciudadano, para que en la oración fúneb::'e se publicasen, aunque en C:)mpendic rns virtudes heróicas y algunos de los portentos, que en su vida había el Sefior por sus méritos obrado. De estos no ncs ha quedado individual notici11, por lo que sólo diremos lo que en el A péadicE: latino á nuestros Anales al folio 687, número 19 se refiere. Díce- se pues, en el lugar citado, que luego que se divulgé la muerte del varón de Dios, muchas de las Ciudades donde el Venerable Pacre había predicado, que- riendo dar testimonio del grande amor· y devoción que le tenían, hicieron sun- tuosas exequias. Una de las Ciudad de nuestra Andalucía, que quiso entonces H f. f E , , . onras une• echar el resto de su fineza ué CIJa; bres. para cuyo efecto erigieron un magnífico