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- 304 - ~~~~@.~ ma nuestra Señora, que ya próxima– mente venía. Entra en .A.1- Habfo el Padre Fray Agustín y todos calá. los Capuchinos recibido mil multiplica– dos favores, tanto del Sr. Abad que nos había dado las fundaciones de Alcalá y la del Castillo de Locubín, y nos había hecho grandes instancias para que fun– dásemos en Priego, como del nobilísimo Cabildo secular q ne nos había recibido con afectuosísima devoción y nos había franquerdo copiosísimas limosnas; por lo cual, habiendo recibido la carta que hemos mencionado, aunque tenía mu– chas disculpas que dar para eximirse de aquel viaje y sermón, especialmente el hallarse molestadísimo de la llaga de la pierna, no obstante atropellando con tantos inconvenientes admitió el sermón y luego se puso en camir;io para Alcalá. Aquí fué recibido de casi toda la Ciudad que salió á cortejarlo con el Sr.· Abad, dando todos tantas muestras de júbilo y alegría, como si el que recibieran fuese un Apóstol ó un Angel que viniera á vi– sitarlos. Predicó el sermón con los aciertos que siempre y comün aclamación del pue– blo. El día siguieute diez y seis de Agos– to predicó otro sermón en nuestro Con– v,.mto en una solemnidad que se celebró para estrenar nna Custodia de plata so– bredorada, que la gran devoción de una Predica en Señora llamarla doña Luisa de Cabrera ella. de las más priucipales de aquella Ciu- dad, había dado á nuestro Convento, pa-