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- 281 - discreto celo, con todo aspiraba á mayo- res triunfos. Eran hombres loa que com- caidn de un batía, que aunque desnudos de seculares religioso. vestidos, no· quedan por eso exentos de pasiones,y por lo mismo quedan e1::pues- tos á experimentar fatales ruinas, si se descuidan en refr,:marlas. Para castigar su descuido y quo escarmentasen en su caida otros, permitió el Sefí.or que triun- fase Satanás <le un religioso en el Con- vento de Alcalá la Real, donde apostató y dejó el hábito, de lo que se siguió nota- ble escándalo en aquellos tiempos de fé y de piedad. Dióse pronto aviso del suceso á nues– tro Muy Rdo. Padre Comisarfo, que se bailaba en Granada entonces. Mucho se contristó con la noticia, y atribuyendo la culpa agena á defecto suyo por razón de Prelado, después de haberla castigado en su cuerpo propio con una sangrienta disci– plina y gastado en oración toda aquella noche, salió para Alcalá al día siguien– te. Llegó el siervo de Dios al Convento, llevando su corazón penetrado del más vivo dolor, y viendo á sus religiosos tan llenos de confusión, que avergonzados de lo sucedido, no habían tenido acierto para ponerse en público, pu0s en aque– llos días no salió alguno ni aún á pedir la limosna, le sirvió de algún consuelo ver que, si uno desatento á las obligacio– nes de su estado había escandahzado al pm·blo, con desdoro tanto de aquella Co- Escándalo mu1~idad venerable, otros con el mismo que causó, rubor que manifestaban y con su religio- 36