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- 268 - tro, y lo hubiera ejecutado, si el varón humilde lo hubiera permitido. Lo ponen á Estos fueron los primeros pasos que estudiar. en el camino de la Religión dió nuestro V. Fray Agustín; éstos los cimientos que puso para levantar sobre ellos la exce– lentísima fábrica de la perfección y san– tidad, éstos los golpes con que llamó á las puertas de la divina misericordia, pi– diendo los dones del Espíritu Santo que con abundancia le fueron concedidos. Como en los primeros pasos que dió en la Religión después de haber profesado, dió á entender lo claro de su entendi– miento, acompafiado de una rarísima modestia, humildad y mortificación del hombre interior y exterior, lo pusieron á estudiar en el curso primero que se formó, prometiéndose los Superiores que en adelante había de ser lustre de la Re– ligión, y provechoso operario de la divi– na palabra; y en este dictámen no 1:e en– gafiaron, porque salió aventajadíeimo escriturario y predicador excelente, adornado de cuantas prendas son nece· sarias para tan alt0 ministerio. Así corría este Venerable varón el curso de sus estudios, cuando se trató de fundar en Cai:,tilla, siendo el primer Convento el de Madrid. Desde luego se– ñalaron los Padres por uno, entre los demás fundadores, al P. Fr. Agustín, si Su aprovecha_ bien no fué desde luego por no haber miento en acabado sus estudios; pero al punto que ellos. los acabó, pasó á Madrid donde fué re– cibido con gran gusto de los demás Pa-