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- 266 - 6"""-:'5':' '8:-~~~ para el año de novicio, sino para toda Su segundo la vida. noviciado. Aquí debemos advertir que, aunque este varón venerable tomó el hábito en el Convento de Valencia, no profesó en él; porque durante el año de su proba– ción se mudó el noviciado al Convento de Santa María Magdalena, que está á dos leguas de Valencia y en él profesó; pero después lo volvieron al Convento de la ciudad de Valencia por ser casa de e'3tudio. Aquí halló un Guardián muy á medida de su deseo, porque era Prela– do vigilantísimo en el cumplimiento de su obligación, celosísimo de la discipli– na regular y muy aplicado á mortificar á los nuevos en la Religión, para arrai • garlos así más en la virtud. Con esto nuestro Fray Agustín empezó otro no– viciado, aún más austero que el antece– dente, que como Dios lo había elegido para fundador de dos tan religiosas pro– vincias, como son las de Castilla y An– dalucía, quiso que fuese labrado, como piedra fundamental, con doble puli– mento. Allí se empleó nuestro Fray Agustín con intensísimos fervores en el total ejercicio de las virtudes. Andaba conti– nuamente en presencia de Dios, sin per– der un punto de vista á tan amoroso Padre. Mortificnba todas sus pasiones S t . con la fiel guarda de sus potencias y sen- us aus er1• 'd d . 1 .. dades. t1 os, maceran o su carne con c1 1c1os, disciplinas, ayunos y otras mortificacio– nes diversas; y para dar consuelo á su es-