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- 263 - ~-S.,@.@.@.@.@.@.@.@.@.@.(S)~ cerca de los 20 años de su edad en ora- ción, ayunos y otras muchas austerida- Sus virtudes des, que domando el doméstico enemigo juveniles. de la ·carne, hicieron que sugetase su siempre indómita cerviz al snave yugo del espíritu. En este eetado corrían los dos amigos y virtuosos mancebos, adelantándose ca-· da día más en la virtud 1 cuando ansiosos de mayor perfección y santidad, de co– min consentimiento solicitaron el hábi• to Capuchino, y lo consiguieron vistien– do juntos el seráfico sayal en el Conven– to de Ja Ciudad de Valencia el 19 de Atril del año de 1603, de mano del Pa- T lháb' dr0 Fray Miguel de Valladolid, que á la to 0~;t~1~chin;: sazón era Guardián de aquel Convento. Al compañero de nuestro Fray Agustín le pmderon por nombre Fray Mekhor de Orihuela, de donde era natural, y fué después en la Provincia de Vaiencia va- rón clarísimo, qne la ilustró con sus vir- tudes, y Ja gobernó con admirable pru- de.ncia. A nuestro Agustín contra el esti- lo ,Jcmún, no le mudaron el nombre, dejándole el que le habían puesto en el Ba·.1tismo, para que i111itara, como imitó á fün Agustín, águila de los doctores, en ~a ciencia y elocuenci•a, en la doctrina y sabiduría, y también en la claridad del ingenio para enseñar y persuadir, pues fué tan aventajado en tvdo esto, quepa- recía haber resucitado en él el Padre San Agustín, como se ver,í en la historia d 'd Le dej,m el e SU Vl a. nombre. Desde el día primero de su noviciado

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