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- 256 - ~@.@.@.@.@.@.~@.~ la ermita de Nuestra Señora del Buen Empiezan las vi,1je, para labrarnos en ella el Conven– obras. to. Vinieron las respuestas tan al gusto de su Excelencia que todo lo atribuía á milagro; pues todo se efectuó dentro del mismo mes de Mayo, de modo que en el día primero de Junio de 1634, se empe– :~aron á abrir las zanjas para los cimien– tos de la casa, tratando desde entonces con los Maestros, que ca<la uno con di versos oficiales y la gente, que necesitase se encut;:'.:.tra de uno de los testeros. Tam– bién desde aquel día previno pintor, ebanistas y plateros, para que aun mis– mo tiempo estuvieran acabados los lien– zos para los altares de la Iglesia, Cálices y Custudia, y los ornamentos y demás cosa's necesarias para la Sacristía. Para que no hubiese detención en lo resp~ctivo á las maderas, puertas y ven– tanas, hizo venir número bastante de carpinteros, y con esto, y con las fre– cuentes visitas que hacía sn Excelencia al ver su obra, la puso en estado de que si nó hubiera ocurrido la muerte del Rmo. P. Comisario, se hubiera inaugu– rado la Iglesia y convento el día de nuestro Serafin P. como eran los deseos del Duque; pero á fines de Agosto mu– rió el V. P. Agustín de Granada, como diremos en su vida, y por su fallecimien– to recayó al gobierno de esta Custodia, (en virtud de lo que ordenan nuestras 1\ . 1 . 1 P sagrndas constituciones,) en el Rdo. Pa- ' uere e a- d D fi 'd . l t dre Comisario re e lll Or primero, qne Oera en 011· ces, Nuestro Muy Rdo. Padre Fray Fé-

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