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- 248 - ~-:S:--:S:--:S:--:S:--:S:--:S:--:S:--:S:--:S:--:S:--:S:--:S:-:J que trae consigo la milicia, y el peligro Su carrera rai-do condenarse por toda la eternidad, y litar. así para librarse de lo uno y asegurarse en lo otro, inspirado de Dios, pretendió nuestro santo hábito, y lo consiguió vis– tiéndoselo en nuestro convento de Gra– nada el P. Lorenzo de Alicante el día 12 de Febrero del año de 1617. (Isid. 998.) En el noviciado conmutó nuestro Fray Pedro la milicia del cuerpo por la mili– cia del alma y el servicio del Rey tempord por el del Rey eterno y esto de tal modo, que si con valor se ha– bía portado en la primera milicia, con más valor se portó en la segunda. Entra en la Los enemigos que tuvo en la primera orden. fueron hombres y las armas con que pe– leó fueron hierro ó plomo. Los enemigos que en la segunda tuvo fueron el demo– nio, el mundo y la carne; y las armas con que peleó c..ntra ellos fueron la ora– ción, la guarda perfeetísima de la Regla, y la mortificación de sus pasiones, ma– los deseos y viciosos apetitos. (Idem 999.) Era de su natural condición colérico y arrebatado, de modo que los primeros ímpetus de su natural lo sacaban fuera de sí mismo; pero al punto que se reco– braba, era tanto lo <1ue se abatía, refre– nando su ira, que causaba mucha edifi– ción, ver un hombre de corazón tan brioso humillado á los pies de todos. S . t d Fné celosísimo de la observancia regu- us v1r u es . religiosas. lar, guardando perfectís1mamente la re- gla de nuestro S. P. S. Francisco y pro-