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- 243 - no solo alentó al fatigado compafíero con palabras amorosas, sino que también se Como 1rt ejer– determinó á llevarlo sobre sus hombros, citab.a. pareciéndole que si no obraba e.e aquel modo n) cumplía con las leyes de la ca- ridad. (Id. 991) Todos los ejercicios penosos que en una casa de estudios se reparton entre los estudiantes, así para servir á la co– mun:dl\d, como para el áseo y limpieza del convento, los ejecutaba él, pidiéndo– les á los demás condiscípulos, que des– cargasen en él los que á ellos les toca– ban, para que así ellos tuviesen más lu– gar para gastarlo en los estudios, y él más ocasiones de servir á sus hermanos, y ejercitarse en los oficios de la .caridad. Nt) le embarazaba ni el ejercicio de las virtudes ni la ocupación obsequiosa de servir ú los .Religiosos, para el empleo de los estudios, antes bien, paroco que le ayuc.aban, pues en ellos se adelantó á · los c:emás, por ser su ingenio :an vivo, su entendimie::ito tan claro y tan gran-· de su comprehensión, que aurnpe tenía menos tiempo que todos, á todos los ex– cedía en el saber. (Id. 992.) Su silencio y recogimiento así interior como exterior fué tan grande, gue jamás · salió de casa, sino cuando se lo manda– ba la o'Jediencia, ó la caridad lo pedía; que entonces volaba con las alas de una Y ot::-a virtud. En Mála2:a tenía á parien- 8 . 1 e· L.} • u s1 en 10, tes cercanos, los cmiles apenas pudrnron conseguir con sus multiplicadoa J"uegos que un.a ú otra vez fuese á sus casas, y