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- 210 - había comprado él aquella cantera para ln fábrica del convento, y que había en– Demarcación trecrado su valor á sus dueños D ª Juana de ella b · Godoy y su hijo D. Rodrigo; pidiendo juntamente, que luego que por dicha información constase f.er propia del Con– vento dicha cantera, se le diese de ella posesión. Lo que oido por dicho Alcalde mayor, admitió los testigos; y habiéndo– los examinado y firmado ellol'I sus aser– tos, los aprobó, y á continuación prove– yó auto, mandando que se le diese á di– cho Síndico la posesión de la cantera, según la demarcación, que por los áu– tos consta ser todo el sitio que hay fren– te al convento, desde el camino próxi– mo á la calle de San l\.figuel, hasta fren– te de la puerta antigua de los carros, (Id. 134) Con el deseo fervoroso que tenían los vecinos todos de Antequera de ver á los Capuchinos con algún alivio en su ha– bitación, pues todos estaban quebranta– dos de ver las incomodidades con que vivíamos en aquel primer sitio que nos dieron, expuestos á morir aplastados; todos concurrían en proporción de sus fuerzas á franquearnos sus limosnas pa• raque no parase la obra. Algunas perso– nas particulares que tenían algunos cré– ditos contra la Ciudad, nos dieron de li– mosna aquellas cantidades para el mis- 1~ic~c1!'á'. de mo efecto; aunque muchas no se cobra– ron. (Id. 135) Entre todos los bienhechores se dis– tinguieron los Señores D. Sebastián y