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- 2)3 - se de nuestro alivio á dichos Caballeros, consultó á N. M. R. P. Comisario, ex– presándole era su cictámen que se pro– cediese á emprende::- la traslación. Obtenida respuesta favcrable sobre el d 1 1 'ó l f:> p G La ciudad lo asunto e a tras ac1 n, e .~. . uar•apruoba. dián, Fr. José de Ar.teq ..1era, empezó con mucha solicitud á )racticar las más vi- vas diligencias pari hallar sitio propor- cionado, y pedir á la Ciudad la licencia para labrar en él r.uevo Convento. Teníamos á la sa,;ón ~mt:::e los muchos y especiales devotos que nos favorecían, uno que se llamaba Pedro Martín de la Rosa; este noticioso de ~as solicitudes del R. P. Fr. José, que::-iéndonos manifestar su devoción, quiso ser el primero que concurriese á una 0bra tan del servicio de Dios, como de conveniencia nuestra. Tenía este bienhechor unas cuantas aranzadas de olivar er. el sitio que lla– maban las hazas de Serón, que era lugar muy á propósito pa::-a labnr allí el Con– vento, y pasando á ve: a. dicho Padre Guardián le dijo que si se tomaba el sitio de las hazas del S<;rór: para fabricar allí el nuevo Com·entJ, desde luego él daría de limosna ur.a aranzada de olivar, de las que allí t0nfo. (Id ) . A . l b . l Pedro Mart1n este tiempo Se Ce 3 r•) é sexto Ca- dá terreno. pitulo de la Custod.a 611 Granada día 2 de Julio de 1631, en el cual salió electo Guardián de Antetiuera El R. P. Fray Bernardino de Granad.a, y continuando en el dictámen de que el Convento se trasladase, vió á d:cho Pedro Martín, el