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- :;_93 - quiso.pade::ier por rmestro remedio, y se enfervorizaba tanto en estas contempla- su oración. ciones, quE: unas veces su rostro se ilu- minaba con resplandores de Angel; otras veces, anegado su interior de celestial suavidad, salía de sí mismo, quedando arrebatado en dulc:simos extásis (lo que en él era frecuente: y allí se le manifes- taron arcar:os maravillosos del Omnipo- tente. Siendo Definidor segundo y Guar- dián del convento de Granada en el afio 1628, suceció que i:na noche después de Ma:tines, se qnedó en el coro continuan- do su oración: era. :ior la Natividad del Sefior; y ta::ito se dió á contemplar los misterios d:Jl Nifio Dios, y con tan in- tenso afecto deseaba poseerlo, que mere- sus extásis, ció verá nuestro dulcísimo Jesús, quien como tiernc infante se le apareció, con cuya vista quedó su rostro d83de enton- ces transformado de tal modo que testi- ficaba haber redbido algún singularísimo favor del cielo. Repitióse muchas veces esta divina visita, manifestá.ndosele el Sefíor ya g~orioso, !'ª con la cruz acues- tas, ó sufriendo su flagelación acerba, según lo qt:e el venerable meditaba . . Otras muchas virtu~es eje~c~tó este Otros prodi– siervo del Señor en su vida rehg10sa, degios. las cuales hacemos aquí caso ::>miso, pa- ra decir a!p de loE prodigioE con que quiso Dios confirm&r la santicad de este venerable religioso.