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- 162 - ~.:.S:--:.S:--:.S:--:.S:-(S;-~~ cacia de su diestra hace en los corazones Admiraciónhumanos, pues á los que antes eran es- ¿~,{aªd~só á 1 ª cánJalo del mundo los transfo!'ma en ejemplo de virtudes, y á los que se ad– miraban secos como piedra, los innunda con divinos raudales de la gracia. Trató Fray Agustín de la fundación y halló los ánimos de los ecijanos tan favorables á nuestra idea, que de común consentimiento se ofrecieron la ciudad y el clero á escribir al Deán y cabildo de Sevilla, sede vacante, pidiendo en su nombre la fundación para los Capuchi– nos. Escribieron, pues, la Ciudad v Clero Obtiene per- l G J d d ] D", · ,· t miso para fun-ª o )erna or e a 10cesis, y es e que dar. conocía por experiencia y había ya gus– tado de la virtud de los Capuchinos, de– seoso ele que todos la gustasen, concedió benigno la licencia que sele pedía, á ocho ele Octubre del año de 1631, fecha en que firmó el auto, dando licencia para que lo8 Capuchinos puedan fundar en Ecija un Convento <le la Orden, man– dando con precepto formal de santa obediencia á tod0s sus jueres, ministros y súbditos, que no impidan dicha fun. dación, antes sí le den toda la ayuda y favor que para dicha fundación fuere necesario. Recibieron nuestros Religiosos esta li • cencia y con elln quedaron contentísi rnos, especialmente el P. Comisario Ge– se escoge sitiºnernl, que ya estaba en ~cija, y Frny · Agustín de Ankquera, á cuya solicitud y cuidado se d0bió 01 afortunado éxito de esta funaaoión. Fué señalada para to-