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- 145 - luego que acomodó la leña, la sangre que del pié le salía, acudieron á exami- su fortaleza nar la causa, y hallando clavado el vi- 0 n padecer. drio en'.;el talón, permitió entonces que se lo sacasen, causando en los religiosos maraivllosos espantos el que hubiese po- dido andar con aquel tan horroroso tor- mento; más como el siervo de Dios vi- via con el conocimiento de la gravedad de sus pasadas culpas, y sabía que cada una merecía un infierno, reputaba por nada cuanto padecía, en consideración de lo que tenía merecido. Pero como el Omnipotente no solo sa– be, quiere y puede perdonar al que le ofende, cuando este se acoje á su miseri– cordia infinha arrepentido, sino que tam– bién le premia en esta y en la otra vida con celestial premio; sucedió que hallán– dose una vez orando, AUmérgido con el peso de la consideración de s::s pasadas culpas en la confusión más profunda, profirió aquella'3 sus frecuentes palabras: Et peccatum meum contra me est semper, contemplándose indigno del perdón. A este tiempo aquella Emperatriz sobera– na, que se gloría en que la conozcan y apelliden Madre y refugio ele pecadores, queriendo premiarle á nuestro Fray Blas, la devoción que le tuvo, mm cuado vi– vía sepultado en la 0bcenidad de la cul– pa, se le ap.areeió b1:·nig11a, trr1yendo en sus hermosísimas manos dos refulgentes se ie aparece coronas formadas y entroteji::las Je c0 la Virgen. lestiales flores, unJ blanca y otra rubi- cunda, y hablándole á su devoto con sem- 19