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- 141 - ~~.:S:.:S:~&..:S:~.:S:.:S:.:......s> culpas, y enB.rdecido en el amor de Dios, que tanto hasta e:ntonces había ignorado, Deja el aiglo. deseó despreciar del todo las. -vanidades de~ mundo y deleites de la carnti, retirán- do:1e al claustro capuchino para hacer en él penitencia de sus culp~s. N '.) se detu- vo un instante, sino que inmediatamen- te partió á bw::;car al M. R. P. ?rovincial de los Capuchinos, que lo era entonces el V. P. Fr. Bernardino de Quintanar, varón de excelentes virtudes y de un agigantado espíritu. Refirióle á este con ht:.mil.dad lo mal que había empleado su vUa, habiéndola gastado en v:midades y er. enormes culpas; pero al mJsmo tiem· po le expresó cuanto en su interior sen- tía, y con tanto fervor de esríritu y efi- cacia habló nuestro Baltasar, que al oirlo el Santo Prelado con superio:- impulso, cc.nociendo ser vocación verdadera la de aquel arrepentido pecador, al punto lo admitió á la Religión, pura q::ie empeza- se el Noviciado, y por sus pro?ias manos le vistió nuestro seráfico sayal el día 1 de Febrero del afio lb20, en el Convento de Granada, teniendo Baltasar entonces 26u~~!~ª en re– a:íos de edad. Se le puso por nombre Fray Blas de Granada, y así lo llamare- mos en adelante.