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·-- 126 -- ~,s.,.s.<.s:,:s:,:s:<S:·.:.S,.:.S,-:.S.-.:.S:.:.S,.:.S,'--3 siones le servia, se empezó á dar azotes tan crueles, que asombrado el demonio, y como temiendo no pasasen á él los gol- . . pes, huyó precipitado, y con su ausencia F~'.~~~~í~. de se desvaneció la tentación, se sosegó su sepíritu y alcanzó el azotado penitente alegrísimo triunfo, al paso que el Demo– nio huyó vencido. En otras muchas oca– siones consiguió Fray Martín victorias muchas de este adversario común, mace– rando su carne con rigurosas peniten– cias y perseverancia en la oración. CAPITULO XXI Pasa Frau MarHn á la fundación del Conventci de Sevilla, donde muere santamente UANDO más fogoso estaba nuestro Fray Martín en sus finezas para con Dios, y más victorioso se veia en las luchas con el demonio, le mandaron los Prelados que pasase á Sevilla para asis– tir á la fundación de este Convento. Obe– deció al punto, y apénas llegó á su nuevo destino se captó las simpatías de los se- Lo euvian á villanos, que admiraron en él una viva Sevilla. imágeu de la penitencia. Llevóse las atenciones de todos, cautivando desde luego las voluntades de muchos, y así fué uno de los que con sus virtudes y