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- 108 - por las espiuas que pi:oaba, por entre las Andar. en su que lo que pretendía d Señor cou la prnsencra. descalcez de entrambos fuese la venera– ción y reverencia dt bida á su Magestad, lo significó, diciéndole al uno y nl otro que se descalza¡;@, porque era Santo el lugar dondt::' estabtm: iuego por la reve– rencia debida al lugar sauto, y por cou– lliguiente á su Maget.itad, 11uiso que am– bos se descalzasen; de donde con eviden · cia se infiere, que la descaleez mira á la veneración y reverencia á Dios nuestro Sefior. Y corno nuestro Früy Martín an• daba siempre en presencia de Dios; y lo veía cou los ojos de su alma del mismo modo y aún <.:011 mayor viveza que si lo mirase con los ojos del cuerpo; por e&to andaba siempre descalzo, dáudole con esto á su Magestad aquella reverencia, aquel culto y obsequio, que sus fuerzas alcanzaban. La quinta virtud que tuvo por objeto nuestrn Fray Martín en andar descalzo fué la altísima y seráfica pobreza. De muchos Filósofos antiguos como fueron Sócrates, Diógenes, Catón y otros, afir– ma la historia que anduvieron descalzos, y esto por que veneraban el estado de la voluntaria pobreziL Pues si unos Genti– les sin conocimiento del verdadero Dios estimaron tanto la pobrer.a voluntaria, que por su gusto anduvieron de8calzos; Practicarla ¿con cuánta razón andaría descalzonues- pobreza. tro Fray Martín po·r el culto de la Evan• gélica pobreza, que alumbrado con la luz divina conoció por excelentísima