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- 77 - zs..zs..~~~~~ suerte la rebeldía de la carne y adquirió tan alto grado de pureza, que su cuerpo Su e_span~osa (como el de San Felipe Neri) exhalaba penitencia. " una fragancia celestial, que le comuni- caba á la ropa que vestía, á los objetos que tocaba y á la celda en que vivía durando por mucho tiempo en ellas. Fué muy dado á la oración en la cual empleaba, además de las dos horas qne mandan nuestras· Constituciones todos los ratos que podía hurtar á las ocupa– ciones de cada día aunque bien pudie– ramos decir que su oración fué contínua, pues continuamente tenía su pensamien– to puesto en Dios. En su celda se le solía encontrar siempre arrodillado, con el 8 u . oración santo Cristo en las manos contemplando continua. ' los dolores y afrentas de su Pasión, en la cual aprendía el santo varón á prac– ticar las más altas virtudes. Com0 en ella gustaba el.dulce trato de Dios/para gozarlo con más:libertad, huía del trato con las criaturas y se iba á la soledad para oir con más quietud la voz del Amado, que habla en ella al corazón. En los conventos donde moraba ó no salfa de la eelda, ó si salía era para es– conderse en lugares secretos y retirados,· ó entre los árboles de la huerta, clonde elevaba su espíritu á Dios considerando las obras del poder divino. Pero en lo que encontraba mayores· delicias era en pasar largas horas al pié su re.tiro de del Tabernáculo conversando dulcemen- las criaturas. . ' . . te con el divino pns10nero. ¡Oh! Dios mío, se le oía repetir en su ardoroso afecto, á

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